Las teorías educativas y la calidad de la educación
Honduras
Durante mucho tiempo
se ha venido hablando de la calidad educativa especialmente en los países
latinoamericanos. Son muchos los
esfuerzos que se han realizado para alcanzar ese objetivo; lastimosamente y a
pesar de todo, no se ha podido lograr.
Los profesionales del ramo día con día realizan con mucha dedicación
estudios que conlleven a resultados significativos en el ramo educativo.
Gracias a esos
estudios, han surgido lo que se llaman las Teorías Educativas o Teorías del
Aprendizaje. Cada una de ellas con sus
características y aportes relevante. Cuando una de ellas surge creemos que el
problema de calidad educativa se ha resuelto.
Luego, vemos que no es así, que todo sigue igual. Que los estudiantes no están logrando las
competencias, que los docentes no están teniendo un buen desempeño, que las
padres de familia no se involucran, que la sociedad exige más, etc. Esto es un cuento de nunca acabar. Y la gran
pregunta es: ¿Será que la calidad educativa es una utopía o es real?
La sociedad demanda
que los centros educativos formen profesionales con las competencias requeridas
para lograr el desarrollo social y económico que tanto anhelan. Profesionales capaces de aportar soluciones
oportunas a los problemas que día a día nos abaten. Y ahí estamos, esperando que llegue el
momento que las estadísticas mejoren en el sistema educativo.
Las teorías educativas
han bridado muchos aportes en su debido momento a la educación. Tenemos por ejemplo la Teoría Conductual con
la que aprendieron nuestros abuelos. Ellos afirman que en sus tiempos si se
aprendía. Que los maestros si
enseñaban. Que los padres de familia si
participaban en los procesos educativos.
Esta teoría se caracteriza por la respuesta a un estímulo. O sea que si los estudiantes no aprendían
eran castigados primero por el docente y luego por los padres. Y debido a esto,
los resultados en ese tiempo eran muy satisfactorio.
Ya en el siglo XX esa
teoría quedo obsoleta y se establecieron leyes que prohibían castigar físicamente
a un niño. A partir de ahí, los docentes
perdieron mucha autoridad en el salón de clases y los estudiantes amparándose
en esas leyes, hacen lo que quieren y nadie les puede decir nada; ni los
maestros ni los padres.
Actualmente está en su
mejor apogeo el Constructivismo. Esta
teoría se caracteriza porque los estudiantes construyen nuevos conocimientos de
los conocimientos previos, tomando en cuenta el contexto donde éste se
desenvuelve. Junto a esta teoría se
aplica la teoría de los aprendizajes significativos los cuales sugieren que el
estudiante aprende lo que considera tiene sentido y lógica. Esto obliga al sistema educativo a realizar
adecuación y adaptaciones curricular con el propósito de tomar en cuenta los
interese y las necesidades de los estudiantes.
En algunas circunstancias se logran realizar adaptaciones pero en otras
no porque muchos docentes no entienden muy bien este término y simplemente no
lo hacen. Así es que los maestros simplemente
tienen que planificar con los estudiantes los temas que se van a desarrollar
porque el estudiante es el centro de quehacer educativo y es el que decide que
quiere y como lo quiere aprender, el docente solo tiene que facilitarle las
estrategias didácticas para que el aprendizaje sea eficaz.
Otras de las teorías
es el Aprendizaje Múltiple. Esta teoría
consiste en que los estudiantes tienen diferentes maneras de aprender y que el
docente tiene que aprender a enseñar de todas las maneras posibles de acuerdo a
las características individuales de sus estudiantes, aunque él solo sea uno
ante cincuenta estudiantes; porque esa es la realidad en las escuelas públicas
de los países pobres. Muchos docentes se
viven quejando porque aseguran que el gobierno les da aumento de trabajo pero
no de sueldo, que no hay incentivos y por lo tanto han mucha desmotivación,
impidiendo un desempeño eficiente.
Otra de las teorías
que me llama mucho la atención es la Teoría del Aprendizaje Holístico el cual
dice que el estudiante tiene que fomentar el desarrollo por sí mismo a través
de la automotivación y que el docente debe guiarlo para que aprenda a aprender,
aprenda a ser, aprenda a convivir y aprenda a hacer. Todo gira en torno al estudiante. Esta teoría considera el aprendizaje como un
proceso de toda la vida y debe darse de una forma dinámica y abierta. Considero que esta teoría tiene una gran
desventaja porque lastimosamente la mayoría de los jóvenes actualmente no les
interesa el estudio. Su motivación está
centrada en otras cosas, menos en realizarse profesionalmente. No consideran el estudio como algo
primordial.
Preguntémonos entonces
¿Las teorías educativas han ayudado a
mejorar o a empeorar la calidad educativa?
¿Hacia dónde nos conducirán estas teorías educativas? ¿Van a surgir más teorías o estas son las
ultimas? Porque si nos ponemos a hacer un recuento de todas las teorías que han
surgido, nos daremos cuenta de que son muchas y que a pesar de ello no hemos
podido avanzar. Que seguimos patinando
en el lodo y que la parálisis paradigmática que padecemos muchos, no nos deja
avanzar.
Sinceramente pienso
que el afán por lograr la calidad educativa no está en las teorías educativas sino
en la actitud y el grado de motivación de todos y cada uno de los actores
responsables de la gestión pedagógica. La
actitud es la fuerza más poderosa que las personas poden tener. La actitud nos
abre y también nos cierra puertas. Nuestra actitud determina nuestro enfoque de
la vida. Todos, maestros, padres de
familia, alumnos y comunidad debemos unirnos y formar una cadena de fuertes
eslabones para logra que la calidad educativa sea una realidad y no una utopía.
Porque cuando hablo de actitud no me refiero
únicamente al docente, sino también a todos aquellos que de una u otra manera
forman parte activa en el proceso enseñanza aprendizaje. Una buena actitud nos permite alcanzar los
sueños que una vez consideraos imposibles de realizar. Alguien dijo por ahí que si se quiere se
puede, que en el querer está el éxito de nuestras metas. He aprendido que para lograr una meta
necesitamos 80% de actitud positiva y 20% de planificación. Por lo tanto no debemos culpar a otros de
nuestros fracasos y busquemos soluciones a los problemas ya que todo problema
tiene solución, solamente tenemos que buscarle el lado positivo y convertirlos
en retos.